A pesar de la revocación del comité de empresa, en el que CGT ostentaba la mayoría, y a pesar de los despidos selectivos, nuestros compañeros de la sección sindical (y desde el 27 de abril, miembros electos del comité) siguen en la lucha. Y lo hacen a pesar de todos los que, veladamente, han estado y están muy interesados en un cambio radical que devuelva la tan ansiada “calma”, también llamada sumisión ; la misma que ha permitido durante los cuatro años del anterior comité (UGT) actuar a la empresa con plena libertad. Parece que aquí no solo el uniforme es amarillo.
Desde CGT queremos seguir mostrando nuestro apoyo más radical a todos los que, como nosotros, estáis padeciendo situaciones lamentables ; a los que asumís que no hay otra opción que seguir respirando ese ambiente tan enrarecido, y a los que pensáis que estamos predestinados a sufrir un futuro incierto y desesperanzador por culpa de esos sindicatos pasteurizados que se venden al mejor postor (es decir, a la empresa)… Pero las cosas no son así ni tienen por qué seguir siéndolo ; ya que, muy a pesar de algunos, seguimos contando con el apoyo de much@s compañer@s que, con encomiable valentía, entienden que no hay otro camino posible que lleve a recuperar la dignidad y los derechos que durante tantos años han permanecido pisoteados. Y que nadie se lleve a engaños ; la que despide es la empresa ; la que oprime es la empresa ; la que subyuga y explota es la empresa ; y es ella, solo ella, la responsable de la situación actual (con alguna ayudita, claro está)
Los que han apuntado hacia otro lado (hacia nosotros) no han pretendido más que llevar a cabo una maniobra malintencionada promovida, quizás, por los que persiguen otros fines lejanos a la defensa de los trabajadores ; basados, probablemente, en la pronta recuperación (fallida, por cierto) del estatus perdido. Ya se sabe que para algunos la presidencia de un comité es una corona de espinas que solo duele cuando te la quitan.
Por último y lo más importante : No olvidemos que vivir arrodillados, no solo provoca un daño irreparable a las rodillas, sino que también nos mantiene con la boca a una altura poco recomendable. Y en los tiempos que corren hay que cuidar muy mucho la alimentación, porque después ya se sabe… colesterol, triglicéridos…
En todo caso, procuremos comer solo productos andaluces (dieta mediterránea, para entendernos)
Fuente: Juan Miguel del Pino Albaladejo
Secretario de Organización CGT Málaga
