EL día 19 de Mayo de 2008, Pilar, delegada por CGT en el Comité de Empresa de Madrid, participaba en una asamblea de trabajadores en el edificio Este 2, dentro del recinto denominado Distrito C (Ciudad de las Comunicaciones de Telefónica, situada al norte de Madrid) donde se informaba del desarrollo de las negociaciones del último convenio. Al final de la misma, V.P.B., ex-delegado de UGT y ex-trabajador de Telefónica que se encontraba en el edificio, imaginamos que por situarse allí la sede de la ejecutiva estatal de su sindicato, insultó a Pilar llamándola « guarra, golfa, zorra, gilipollas, adefesio… ».

EL día 19 de Mayo de 2008, Pilar, delegada por CGT en el Comité de Empresa de Madrid, participaba en una asamblea de trabajadores en el edificio Este 2, dentro del recinto denominado Distrito C (Ciudad de las Comunicaciones de Telefónica, situada al norte de Madrid) donde se informaba del desarrollo de las negociaciones del último convenio. Al final de la misma, V.P.B., ex-delegado de UGT y ex-trabajador de Telefónica que se encontraba en el edificio, imaginamos que por situarse allí la sede de la ejecutiva estatal de su sindicato, insultó a Pilar llamándola « guarra, golfa, zorra, gilipollas, adefesio… ».

Según el código penal, esto es constitutivo de una falta de injurias y por la que el juzgado de instrucción nº 9 de Madrid le ha condenado a la pena de multa de veinte días con una cuota diaria de 6 euros y las costas del juicio, y por tanto es declarado « criminalmente responsable de la infracción criminal ».

Sin duda, el comportamiento del ex-delegado de UGT constituye, por desgracia, una más de las muchas agresiones de género que las mujeres de este país siguen sufriendo a diario. Pero estos incidentes son mucho más reprobables, si cabe, porque provienen de alguien que llegó a ser representante de los trabajadores de Telefónica como miembro de uno de los dos sindicatos más representativos del país.

A quienes han sufrido agresiones de este tipo no hace falta explicarle los sentimientos de impotencia, frustración, vejación y dolor que Pilar sufrió ese día por el mal trato público que le infringió el individuo. Quienes la conocemos bien, y sabemos de su fortaleza, estamos seguros de que esta agresión lo único que ha hecho es reforzar más la lucha que a diario mantiene contra todo tipo de injusticias ; nosotros seguiremos apoyándola en cada una de esas luchas, que son las de todos nosotros, y aprovechamos para animar a todas las mujeres que sufren a diario este tipo de agresiones a que sean valientes, como lo ha sido Pilar, para que las denuncien en los juzgados.

Salud y Lucha


Fuente: CGT Telefónica Madrid