DI NO A BOLONIA : MANIFIÉSTATE
LA ÚNICA LUCHA PERDIDA ES LA QUE NO SE INICIA


Desde hace ya bastantes años se está desmantelando y privatizando la red de servicios públicos que nos pertenecen a todos y todas, y que hemos ido consiguiendo tras mucho esfuerzo y lucha tanto de la sociedad como de la clase trabajadora. La privatización, bajo cualquiera de sus formas, es un ataque a nuestro derecho a disponer de unos servicios públicos universales y de calidad (municipales, sanitarios, educativos, sociales, transporte, correos, agua, vivienda, comunicaciones…) que garanticen unas cotas mínimas de bienestar social para la totalidad de la población.


DI NO A BOLONIA : MANIFIÉSTATE

LA ÚNICA LUCHA PERDIDA ES LA QUE NO SE INICIA


Desde hace ya bastantes años se está desmantelando y privatizando la red de servicios públicos que nos pertenecen a todos y todas, y que hemos ido consiguiendo tras mucho esfuerzo y lucha tanto de la sociedad como de la clase trabajadora. La privatización, bajo cualquiera de sus formas, es un ataque a nuestro derecho a disponer de unos servicios públicos universales y de calidad (municipales, sanitarios, educativos, sociales, transporte, correos, agua, vivienda, comunicaciones…) que garanticen unas cotas mínimas de bienestar social para la totalidad de la población.

Desde hace ya bastantes años se está desmantelando y privatizando la red de servicios públicos que nos pertenecen a todos y todas, y que hemos ido consiguiendo tras mucho esfuerzo y lucha tanto de la sociedad como de la clase trabajadora. La privatización, bajo cualquiera de sus formas, es un ataque a nuestro derecho a disponer de unos servicios públicos universales y de calidad (municipales, sanitarios, educativos, sociales, transporte, correos, agua, vivienda, comunicaciones…) que garanticen unas cotas mínimas de bienestar social para la totalidad de la población.

La reforma de la Universidad que está emprendiendo ahora el actual gobierno tiene como objetivo la creación del llamado Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). Este EEES nace en 1999 con la llamada Declaración de Bolonia siguiendo las directrices marcadas por la Organización Mundial del Comercio (OMC) y, bajo el pretexto de la armonización de los estudios universitarios de toda Europa, esconde los principios más duros de la globalización neoliberal.

El Plan Bolonia supone la supeditación de las universidades a los intereses y las directrices de las empresas y el mercado laboral, esto es, el secuestro del conocimiento por parte de unos empresarios que decidirán en todo momento qué se puede y qué no se debe estudiar. Mediante la financiación de las universidades por parte de las empresas, serán éstas las que elaboren los planes de estudio de las universidades y las que decidan qué investigaciones y qué universidades deben ser financiadas. Las universidades, por tanto, dejarán de estar al servicio de los intereses generales de la sociedad para contribuir a los beneficios económicos de los grandes empresarios y la universidad pública dejará de existir como tal. Sin duda, una parte importante de las carreras de humanidades, al no ser rentables, corren el riesgo de desaparecer. Otra de las consecuencias gravísimas de esta reforma es la desaparición de la cohesión social a causa del nuevo elitismo que surgirá en la Universidad. Debido al encarecimiento que experimentarán los estudios, se va a impedir a los estudiantes más pobres acceder a los másteres de especialización. Mientras que los estudios de Grado (3 ó 4 años) proporcionarán una enseñanza generalista y tendrán como única salida los escalafones medios o bajos del mercado laboral, sólo los estudiantes más ricos (o aquellos que decidan hipotecarse mediante créditos bancarios que tendrán que devolver cuando empiecen a trabajar, hecho que condicionará su futuro laboral) podrán acceder a los estudios de postgrado y consecuentemente a los puestos de trabajo mejor remunerados y políticamente más decisivos. Por otra parte –y no muy ajena al Plan Bolonia- está la nueva selectividad que bajo el barniz de la “voluntariedad” oculta un instrumento de segregación que dificultará enormemente el acceso a las titulaciones más demandadas. Se trata en definitiva de otro ataque más del fundamentalismo neoliberal a los servicios públicos y a los derechos de trabajadores y trabajadores que no podemos permitir bajo ningún concepto.

Estamos obligados a preparar una respuesta global y contundente.
En CGT defendemos LA UNIVERSIDAD PÚBLICA porque :

  •  El objetivo de LA UNIVERSIDAD PÚBLICA es la rentabilidad social en toda su extensión, no se limita a lo económico y persigue la satisfacción de las necesidades de las personas, mientras que lo privado busca el beneficio económico del empresariado.
  •  LA UNIVERSIDAD PÚBLICA puede y debe ir más allá de la labor puramente instructiva y garantiza derechos salariales, laborales, sociales, reparto de la riqueza, una mayor justicia, igualdad y solidaridad, mientras que lo privado busca la rentabilidad, la eficacia y la competitividad desde el interés individualista.
  •  Privatizar LA UNIVERSIDAD PÚBLICA significa reconocer el fracaso de quienes la han venido gestionando, por tanto en vez de la privatización lo que deben hacer es simplemente dimitir.

    TOD@S A LA HUELGA EN DEFENSA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA.

    ¡¡la única batalla que se pierde es la que no se inicia !!!


    Fuente: Sec. Acción Social - CGT