El fracaso de las políticas económicas liberälizadoras del mercado y, con ello, privatizadoras de los empleos y los Servicios Públicos es un hecho incuestionable. Prueba de ello es el derrumbe de los mercados y la pérdida de solvencia de las principales entidades e instituciones que las salvaguardaban, teniendo que señalar a la legislación aprobada para apoyar su consecución como una herramienta esencial y definitoria.
Como parte de esta política privatizadora y antisocial, en enero de 2005 entró en vigor la Ley del Sector Ferroviario, que supuso la segregación de RENFE, fragmentando el sistema de transporte y de seguridad en las actuales dos empresas de explotación e infraestructura y en las numerosas empresas privadas, contratas y subcontratas que ya operan en el ferrocarril.
Las nefastas consecuencias del modelo que nos han impuesto se han podido ver en los países que lo han adoptado antes que nosotros :
Al tiempo que nos arrebatan el ferrocarril social, pretenden imponernos y obligarnos a financiar un ferrocarril elitista y depredador, al que la mayoría de ciudadanos no podemos acceder.
Por todo lo anterior hemos iniciado una campaña en defensa de los servicios públicos mediante el reparto de octavillas en todas las provincias durante los pasados días 11 al 13 de noviembre y vamos a realizar un encierro de delegados de CGT el próximo día 24 de noviembre en la estación de ferrocarril «Campo Grande», desde las 11 horas hasta las 15 horas.
Ya lo anunciábamos antes del 2005 y no nos cansaremos de repetirlo : el tren de alta velocidad no es social.
Las consecuencias del falso compromiso con la sociedad por parte de quienes gobiernan no se ha hecho esperar. Renfe suprime servicios de tren convencional entre Madrid y Segovia, la excusa es la rentabilidad económica porque tienen trenes de 1.000 plazas y se ocupan sólo 20. Será que esos 20 no pagan impuestos, será que tienen menos derechos que los demás, el derecho a la movilidad sólo es para quien vive en las grandes poblaciones. Será que el transporte más seguro sólo es para quien pueda pagarlo.
Ahora han reducido servicios ferroviarios en núcleos de población de Segovia, pero no se parará ahí : los siguientes serán de Valladolid, Palencia, y cuando llegue a León también le tocará. Sobre todo en núcleos donde ahora para el tren, además de notar el incremento del coste del billete.
No queremos criticar de forma gratuita, tampoco planteamos levantar las vías del AVE. Una vez realizado tal derroche de dinero público, al menos que no se quede en eso. Se entiende, así lo anuncian, que ha aumentado considerablemente el número de viajeros con los servicios de alta velocidad. Muchos tienen como destino una población próxima o en la misma ciudad que puede llegar un tren de cercanías. En el caso de Valladolid, hay problemas de espacio para el servicio de taxis ; en Segovia, la estación está a cierta distancia de la zona urbana. Una forma de paliar en parte estos problemas es dotar de servicio de cercanías en estas zonas. Porque la infraestructura convencional existe, los trenes también, sólo hace falta voluntad para potenciarlo, igual que están haciendo con el AVE.
Pero esto que resulta evidente no parece que forme parte de los planes de la empresa pública RENFE-Operadora ni de quienes gobiernan.
Fuente: SFF-CGT Valladolid