Desde CGT queremos manifestar nuestra repulsa a las detenciones indiscriminadas de ciudadanos inmigrantes que se están produciendo en estaciones de tren y a las puertas de los servicios que ayuntamientos y organizaciones ponen a su disposición para informar sobre los trámites administrativos a los que les obliga la ley de extranjería. Mientras tanto otros delitos quedan impunes, como es dejar a una persona sin empleo injustificadamente, especular con la vivienda, practicar la usura…


[Video] Madrid : vecinxs de Lavapiés contra el acoso a lxs inmigrantes, por La Plataforma

Desde CGT queremos manifestar nuestra repulsa a las detenciones indiscriminadas de ciudadanos inmigrantes que se están produciendo en estaciones de tren y a las puertas de los servicios que ayuntamientos y organizaciones ponen a su disposición para informar sobre los trámites administrativos a los que les obliga la ley de extranjería. Mientras tanto otros delitos quedan impunes, como es dejar a una persona sin empleo injustificadamente, especular con la vivienda, practicar la usura…


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El caso de Nelly

Nelly es una mujer boliviana que, de acuerdo con su cultura del respeto a los mayores, cuida con cariño día y noche de una anciana con Alzheimer. Sólo deja su trabajo de interna dos horas a la semana para asistir al curso de valenciano para inmigrantes organizado por CGT. Nelly se especializó en su trabajo con un curso de atención a personas mayores, impartido por Cáritas y subvencionado por la Conselleria. La abuela y su familia se benefician de sus cuidados, y a Nelly este trabajo le permite mantener a los hijos que dejó en su país.

Nelly fue detenida por efectivos de la policía cuando iba a pedir un empadronamiento al Ayuntamiento, por estancia irregular, pues no constaba que hubiese realizado ningún trámite para su regularización. Tampoco podía acreditar medios de vida pues la familia para la que trabaja no tiene ninguna posibilidad de darle de alta en la Seguridad Social. Después de estar encerrada en Zapadores, el Centro de Internamiento para Extranjeros de Valencia, durante 40 días, fue puesta en libertad, pues no se había podido ejecutar la orden de expulsión.

Nelly no es ni un peligro público ni una amenaza social, simplemente no puede tener papeles porque lleva año y medio en Valencia, y la ley le exige tres años para poder solicitar un permiso de residencia por arraigo social.

En esos mismos días, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) realizaba una concentración ante la Delegación de Gobierno de Valencia para denunciar las presiones que reciben los agentes para detener el mayor número posible de extranjeros ilegales. El objetivo : cubrir las estadísticas. Según Roberto Villena, portavoz de la coalición sindicalista, se realizan unas 30 ó 40 detenciones al día con este objetivo.

Una lectura superficial de estas estadísticas nos daría a entender que las personas inmigrantes están directamente relacionadas con actos delictivos, aunque se les detiene, sin embargo, por una infracción administrativa. Nuevamente los inmigrantes se convierten en cifras y estadísticas negativas, y en este caso debido al hecho que subraya el portavoz del SUP, Roberto Villena : “Un extranjero ilegal es detenible siempre».

Lo que no se dice es que el trabajo de la mayoría de estas personas facilita una vida mejor (como en el caso de Nelly) a los autóctonos, sus cotizaciones ayudan a pagar las jubilaciones (en el caso de que puedan ser regularizadas), generan nuevos empleos (permiten a la familia trabajar fuera mientras las mujeres inmigrantes cuidan de los mayores y los niños), y han ayudado a equilibrar la pirámide de población en los últimos años. Al final no es necesaria la intervención policial, ya que acaban volviendo a sus países por sus propios medios cuando aquí no hay trabajo.

Más información : 96 287 70 60

CGT – La Safor

Gandia, 7 octubre de 2008


Fuente: CGT – La Safor