"Están perdidos en medio del desierto, en una zona minada"
Este es el relato de un viaje al infierno, el de 73 inmigrantes subsaharianos que partieron rumbo a Canarias, como otros tantos otras tantas veces, con la diferencia de que esta vez conocemos los detalles. Al menos 33 de ellos murieron en la travesía.
«Están perdidos en medio del desierto, en una zona minada»

Este es el relato de un viaje al infierno, el de 73 inmigrantes subsaharianos que partieron rumbo a Canarias, como otros tantos otras tantas veces, con la diferencia de que esta vez conocemos los detalles. Al menos 33 de ellos murieron en la travesía.

El resto, después de días a la deriva, fueron interceptados y encarcelados por las autoridades marroquíes, que luego les han soltado en medio del desierto, según el relato de 16 inmigrantes encontrados hoy en una situación lamentable por miembros de Médicos del Mundo. Un equipo de la ONG, acompañados de miembros de la Cruz Roja y del Comité Español de Ayuda al Refugiado (CEAR), han buscado durante toda la tarde a los 21 inmigrantes restantes, perdidos en una zona minada cerca el muro que Marruecos construyó en el Sáhara Occidental, no muy lejos de la frontera con Mauritania.

La región se llama Kandahar por su parecido con la de Afganistán y es «una zona de cinco kilómetros, tierra de nadie», precisa Guillermo Algar desde la ONG. Según las últimas informaciones transmitidas por la gente de la zona, los supervivientes se habrían dividido en dos grupos.

«El problema es que nadie sabe dónde están esas minas» relata a ELPAÍS.com la presidenta de Médicos del Mundo, Teresa González. «Pueden estar dando vueltas, no se saben orientar, no están acostumbrados al desierto» añade. En el mejor de los casos se dirigen al sur, a la ciudad mauritana de Nouadhibou, hacia donde caminaban los inmigrantes encontrados, 14 hombres y dos mujeres. Otro de ellos, en estado grave, habría sido hallado por la Gendarmería de Mauritania. «

«Sus lesiones dan verosimilitud a su relato», asegura González, «tienen los pies destrozados y quemaduras en la piel que indican que habrían estado en alta mar, porque no es tan fácil que una piel tan negra se queme». Las autoridades marroquíes les soltaron después de aproximadamente 10 días de cautiverio, según el relato de los supervivientes, que también aseguran que dos de sus compañeros murieron en el trayecto por el desierto. Puede sorprender que los marroquíes les suelten tras diez días en prisión. «No saben qué hacer con ellos y les sueltan en la frontera, les da igual, no les importa la repercusión internacional». De hecho, la ONG tiene constancia de otras ocasiones en las que Marruecos ha hecho lo mismo, «incluso durante la crisis de las vallas en Ceuta y Melilla».


Fuente: JUAN CARLOS GALINDO| EL PAIS