Lo peor no es el ruido, sino que ese aparato está fabricado para matar a personas
Vecinos de amplias zonas del sureste de Guadalajara vivieron a las 15.12 de la tarde de ayer un momento de intensa inquietud. Un avión militar F-18 que surcaba el cielo de la provincia, rompió la barrera del sonido y provocó una detonación sónica que fue confundida con una explosión de grandes proporciones.
Lo peor no es el ruido, sino que ese aparato está fabricado para matar a personas

Vecinos de amplias zonas del sureste de Guadalajara vivieron a las 15.12 de la tarde de ayer un momento de intensa inquietud. Un avión militar F-18 que surcaba el cielo de la provincia, rompió la barrera del sonido y provocó una detonación sónica que fue confundida con una explosión de grandes proporciones.

«Estaba a punto de sentarme a la mesa con mi hija», dice María del Carmen Díaz, economista, «cuando escuchamos un estruendo enorme». No supo a qué se debía. «Venía de la zona meridional de Guadalajara y no me asusté hasta que comenzó el trasiego de ambulancias, bomberos y policías», explica. La alarma cundió entre el vecindario de las calles de Azuqueca y Ferial. Unas 300 personas descendieron a la vía pública temiendo contemplar los efectos de la deflagración de un explosivo. Pero no hubo tal detonación. Fuentes aeronáuticas informaron que el incidente lo causó la aeronave del Ejército del Aire. En días lluviosos como ayer, la intensidad sónica aumenta al actuar la humedad como transmisor.


Fuente: R.F. (El País)