En los últimos años se está multiplicando la entrada de contratas y subcontratas en el ferrocarril, de forma pareja al desarrollo de su privatización. Los talleres de mantenimiento ferroviario no han escapado a esta tendencia, impulsada por las patronales y encaminada a rebajar drásticamente el valor del trabajo e incentivar los beneficios de los patronos a costa de las condiciones de TOD@S l@s trabajador@s.

En los últimos años se está multiplicando la entrada de contratas y subcontratas en el ferrocarril,
de forma pareja al desarrollo de su privatización. Los talleres de mantenimiento ferroviario no han
escapado a esta tendencia, impulsada por las patronales y encaminada a rebajar drásticamente
el valor del trabajo e incentivar los beneficios de los patronos a costa de las condiciones de
TOD@S l@s trabajador@s.

Las consecuencias son demoledoras.

  •  Aumento de la accidentalidad laboral.
  •  Problemas graves a la hora de reivindicar medidas de protección de la salud en el trabajo :
    cuando reclamas, te amenazan con despedirte.

  •  Contratos temporales y, a menudo, en fraude de ley, pues además de la temporalidad no
    recogen las horas que realmente se trabajan.

  •  Bajos salarios, que hacen imprescindible trabajar más y más horas para maquillar la
    nómina y conseguir llegar a fin de mes.

  •  Desamparo e indefensión sindical, sometidos a “podridos sindicalistos” que reservan estos
    “suculentos” puestos de trabajo para su clientela.

    Donde antes solo había personal de RENFE, ahora
    ya existe personal de un gran número de empresas
    que, como denominador común, sufren unos
    convenios colectivos netamente inferiores al de la
    empresa Operadora.

    Ciertamente el retroceso sindical vivido en los
    últimos años es demoledor : la plantilla actual de
    ADIF y RENFE entró a trabajar en una empresa
    con derechos : ahora l@s ferroviari@s, que bien
    pudieran ser nuestr@s hij@s, tienen que entrar a
    trabajar en estas miserables condiciones que se
    viven en las Contratas.

    La última “pasada” empresarial, la estamos viviendo en el TCR de Málaga Los Prados, donde la
    contrata ARREZA, empresa que dirige un trabajador (Jefe de Equipo) de ese taller, ha ido
    poniendo en la calle a muchos de sus trabajadores, por el hecho de ser de CGT y haber
    conseguido para tod@s una serie de mejoras que dignificaban su precario trabajo.

    Nadie duda que la dirección del TCR de Málaga tiene mucho que ver, a través de sus oscuros
    intereses, con la precariedad laboral que allí se está instalando. CGT no lo va a consentir.

    Contra la corrupción empresarial, contra el abuso de poder. Por la readmisión de los trabajadores, por la libertad sindical.

    ORGANÍZATE EN LA CGT


    Fuente: SFF-CGT