HUESCA.- “La sensibilidad se activa en atención a los detalles. Si no se percibe, la belleza y la solidaridad se pierden como elementos básicos del desarrollo personal”. Ésta es una de las ideas que presiden el curso “Pensar la educación” dirigido a profesores, que está desarrollando la CGT durante este mes y hasta el próximo 7 de febrero y para el que contó ayer con la presencia del pintor y artista gráfico altoaragonés Antonio Santos.
“Educación para la sensibilidad” es el título que dio pie a Santos para exponer algunas ideas a los asistentes, como su convencimiento de que “intentar educar la sensibilidad es ayudar a que se desarrolle libremente”.
Antes del inicio de su intervención, Antonio Santos manifestó a este periódico su creencia de que “la sensibilidad tiene mucho que ver con observar y recrearse la mirada”.
Por eso, comentó que había pensado proponer a los alumnos del curso que acudieran con unos papeles, unos pinceles y unas acuarelas. “Me parece un buen ejercicio, tanto para los que se dedican a pintar como para los que no, ese esfuerzo de pintar algo del entorno, de observarlo, de realizarlo, de buscar los colores. Creo que es un buen ejercicio para educar el músculo de la sensibilidad”.
CAPACIDAD DE EMOCIONAR
No obstante, Antonio Santos reivindicó la sensibilidad en cualquier aspecto de la vida, no sólo en el espacio puramente artístico o estético. “La sensibilidad es la capacidad de los seres vivos para emocionarse con las cosas”, observó el pintor.
También reflexionó que suele existir una tendencia generalizada a creer que cualquier tiempo pasado fue mejor, lo que nos lleva a pensar en ocasiones, también en términos generales, que las personas gozaban antes de una mayor sensibilidad que ahora. Cuando menos, considera, es complicado realizar esta afirmación sin ningún tipo de duda.
“Educar para la sensibilidad me parece complicado -manifestó también-, porque una de las acepciones de educar es dirigir, y yo creo que la sensibilidad no debería dirigirse, aunque haya mucha gente que tenga la tentación de hacerlo”.
A los asistentes del curso les contó un relato que había leído y que contaba que en el siglo XVII había causado una gran impresión a los carceleros un condenado a muerte, que aguardaba esposado a que el verdugo le cortase la cabeza. Se había encariñado con un gato y ese hombre, que había sido un asesino, violador y torturador de mujeres, niños y hombres, ante ese gatito sacaba toda su ternura, le daba incluso parte de su rancho, le cuidaba y lloraba incluso cuando el gatito estaba triste. “Y yo me dije al leer esto : hombre, mira aquí un hombre con sensibilidad”.
Antonio Santos ironizó sobre esta cuestión, porque, como dijo, todo el mundo tiene su sensibilidad. “Pero habría que intentar -apostilló-, que la sensibilidad nos hiciera mejores. Supongo que los bien intencionados con la educación pretenden eso, contribuir a que las personas sean mejores y más solidarias”.
Al curso organizado por la CGT y homologado por el Gobierno aragonés se han inscrito 25 profesores, que imparten clases en Primaria y Secundaria. Hasta el próximo 2 de febrero, pasarán un total de 13 conferenciantes, que reflexionarán sobre diferentes cuestiones.
Fuente: www.diariodelaltoaragon.es | Myriam MARTÍNEZ