El, policía municipal, dice que ella le engatusó para que le perdonara una multa, que le metió en un portal de Cuatro Caminos y que, cuando se dio cuenta, ella le estaba practicando sexo oral.
La chica, por su parte, asegura que el policía le había echado el ojo desde varias calles atrás, que la paró sin motivo en un cruce y que amenazó con detenerla si no se avenía a entrar en un oscuro portal de la calle Doctor Santero y practicarle una felación, mientras el agente le apuntaba « a la cabeza » con su pistola reglamentaria.
La primera vista por el juicio por presunta agresión sexual del agente Sergio M.P. a la joven Ana Jeanneth I.M., de 23 años entonces, presentó ayer en la Audiencia Provincial dos tesis contrapuestas con un solo punto en común : que el semen del policía terminó en las ropas de la joven.
Esta, visiblemente dolorida, sollozó por momentos al contar su versión de los hechos aquel 14 de julio de 2004. Que es la que sigue : una tía le dejó un ciclomotor para ir a buscar a su hija a una guardería en Carabanchel y, al pasar por Bravo Murillo, el agente M.P. comenzó « a perseguirme ». El policía, que iba en motocicleta, le pidió la documentación del vehículo en Doctor Santero y descubrió que la joven, suramericana, no tenía los papeles. El policía, siempre según ella, primero la obligó a acercarse a un portal del otro lado de la calle « porque decía que allí le daba el sol », y después amenazó con detenerla si no le acompañaba a un sótano. Ella le pidió que le dejara llamar a su madre para que fuera a recoger a su hija, y consiguió avisar a la dependienta de un locutorio cercano : « Le dejé el teléfono de mi novio y le dije que me avisara porque el policía me estaba acosando ».
Luego, según ella, el agente la habría conducido al sótano, habría sacado su miembro y la habría obligado a practicar sexo oral, aunque ella trató de resistirse. El agente, siempre según la chica, le habría gritado antes de irse : « ¡Y no le digas nada a nadie ! ».
El policía, casado y con dos hijas -« mi mujer es mi gran apoyo, lo hemos pasado muy mal », dijo-, declaró que inmovilizó la moto de la joven por la ausencia de papeles y se fue a su unidad, « muy cercana », a cambiarse al terminar su jornada. Al salir, según él, « la joven se acercó y me empezó a tocar, a decirme : ’¿No lo podemos arreglar ? Me has gustado’. Me echó mano a la entrepierna, la situación me dio mucho morbo y, cuando me di cuenta, ya había eyaculado », declaró ante el juez el agente. Le piden 14 años de prisión.
Fuente: QUICO ALSEDO | EL MUNDO