Un hombre tuvo que esperar más de seis horas en urgencias del Hospital General para que le atendieran de una afección respiratoria durante el fin de semana del pasado 14 de diciembre, lo que demuestra el colapso al que está llegando este servicio durante el invierno. Con todo, lo peor para el paciente estaba por llegar, ya que cuando por fin pudo ser reconocido por un médico y se dirigió al nuevo aparcamiento subterráneo que ha puesto en marcha la Conselleria de Sanitat se encontró con una factura de 11 euros por el estacionamiento de su vehículo. El usuario montó en cólera y protestó amargamente ante la dirección del centro sanitario, según explican fuentes sanitarias. El problema es que muchos pacientes y sus familiares aún no saben que el Consell ha decidido privatizar el aparcamiento del Hospital General, y creen que sigue siendo gratuito, como ocurría hasta ahora.
El malestar no se extiende sólo entre los usuarios, sino también entre los médicos y enfermeros que van a turnos, según explicó ayer Manuela Parra, portavoz de CGT. Así, una enfermera que ese mismo fin de semana trabajó por la noche en la unidad de urgencias denunció que su factura por aparcar en el parking al final de la jornada laboral ascendió a 15 euros. « Esta compañera no se había sacado el bono. Así que ese día tuvo que poner dinero de su bolsillo porque seguro que una enfermera no cobra esa cantidad en un día. Le salió caro ir a trabajar aquella noche » , dijo Parra.
El pasado jueves los trabajadores del centro sanitario volvieron a manifestarse en la calle para protestar por el pago de las plazas de aparcamiento. Pero en principio el Consell ya ha dicho que no dará marcha atrás. Caos en urgencias Los fines de semana el colapso en las urgencias es más que evidente. No hay más que darse una vuelta por los pasillos del hospital para darse cuenta de que algo está fallando. « Los rayos X están desbordados, los laboratorios no dan abasto y tardan dos horas en dar los resultados, a veces hay que esperar una hora para que al enfermo le den una placa », explica la portavoz de CGT.
El problema, a juicio de este sindicato, es que faltan médicos en las plantillas de urgencias. « Los MIR, los pobres, hacen lo que pueden, porque están en su primer año, pero el servicio está desbordado » , añade.
Los sindicatos sanitarios calculan que por las urgencias del General transitan cada fin de semana una media de 300 pacientes, lo que supone un aumento de 3.000 personas al cabo del año. Las madrugadas del viernes al sábado y del sábado al domingo suelen ser las más movidas, ya que enfermeros y médicos tienen que hacer frente a lesionados en accidentes de tráfico, borracheras y algún que otro herido por reyertas.
Parra asegura que los quirófanos tampoco están funcionando con la rapidez debida y las listas de espera siguen aumentando. Según cálculos de las organizaciones sindicales, un paciente puede esperar hasta siete meses, en algunos casos, para ser operado. A este problema se une, según CGT, el pleito en el que se encuentran algunos anestesistas que se resisten a hacer guardias.
Parra culpa a la dirección del centro de que los vigilantes de seguridad estén siendo desviados a otras tareas que no le competen cuando deberían dedicarse a prevenir robos en las habitaciones de los ingresados y en los vestuarios de médicos y enfermeros. « Nos han robado los zuecos, un tío entró con un uniforme verde de sanitario y lo sorprendimos con un carrito de la compra llevándose prótesis para las rodillas, medicamentos y bolsos que había cogido de los vestuarios. Esto no pasaría si lo vigilantes no estuvieran denunciando aparcamientos indebidos en la calle » , alegó la portavoz.
Fuente: Fuente : J. Antequera/ J. Mestre, / levante-emv