Según “informaciones” aparecidas hace unos días en los medios de información, aunque “con gran pesadumbre”, todos los Grupos Parlamentarios “mascullan que la Ley de Memoria Histórica está a la cabeza de las normas presentadas por el Gobierno que corren el peligro de dormir el sueño de los justos para siempre, por falta de una mayoría parlamentaria que la sustente.” Efectivamente, si no se aprueba esta semana la Ley de “Memoria histórica” o de “Reparación a las Víctimas de la Guerra Civil y del Franquismo”, es más que probable que esta Ley quede definitivamente y vergonzosamente pendiente…
Estábamos pues –según estas “informaciones”- en las últimas horas de la negociación y, dada la oposición radical del PP a esta Ley y rotas las negociaciones del Gobierno con ERC, que seguía exigiendo la anulación de las sentencias franquistas, sólo quedaba la posibilidad de que el Gobierno llegase a un acuerdo con IU-ICV, CiU y PNV. Pero este acuerdo debería producirse antes de que finalice la semana en curso : “Es una cuestión de plazos. Sólo si hay acuerdo en estas horas se podrá constituir el viernes la ponencia que estudie la ley. Más tarde ya no tiene sentido, porque después debe pasar debate en comisión y por último, ponerse en cola para ser debatida y aprobada en el Pleno. Las leyes que no estén aprobadas en el Congreso antes del 1 de noviembre no llegarán a tiempo al Senado para su aprobación definitiva antes de disolver las cámaras. »
Las últimas “informaciones” de hoy (El País) anuncian que “el Gobierno avanza lentamente en la negociación de la Ley de Memoria Histórica”, puesto que “el Ejecutivo acerca posturas con CiU”, aunque “no logra avances en la negociación con IU-ICV”. Así pues, según estas últimas “informaciones”, la negociación avanza con CiU y podría incluir al PNV ; pero sigue “bloqueada con IU-ICV, a la que el Ejecutivo no ha ofrecido apenas avances en los asuntos que tenían pendientes desde que lograron un preacuerdo en abril.”
Al parecer, y siempre según estas últimas “informaciones”, el desacuerdo del Gobierno con IU-ICV es que este Grupo exige una condena más explícita del franquismo que la propuesta por el Ejecutivo («Cumple recordar que el 20 de noviembre de 2002 la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados aprobó por unanimidad una Proposición de Ley en la que el órgano de representación de la ciudadanía reiteraba que ’nadie puede sentirse legitimado, como ocurrió en el pasado, para utilizar la violencia con la finalidad de imponer sus convicciones políticas y establecer regímenes totalitarios contrarios a la libertad y dignidad de todos los ciudadanos’, y, en fechas más recientes, en el Informe de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa firmado en París el 17 de marzo de 2006 se denunciaron las graves violaciones de Derechos Humanos cometidas en España por el régimen político establecido tras la Guerra Civil entre los años 1939 y 1975») y que la declaración calificando de «ilegítimas las condenas y sanciones dictadas por motivos políticos», pactada en abril entre el PSOE e IU-ICV, tenga consecuencias jurídicas (para anular alguna sentencia en los tribunales), lo que excluye el Ejecutivo.
No sabemos si, faltando pocas horas para que venza el plazo, serán superados estos desacuerdos y si finalmente habrá una mayoría parlamentaria suficiente para aprobar esta Ley. Una Ley que seguirá siendo, sin duda, insuficiente y tardía, tanto desde el punto de vista político como moral, para condenar el golpe militar de 1936 y el régimen fascista que le siguió, y, sobre todo, para rehabilitar y dar reparación a las víctimas de la represión franquista. Pero lo que si sabemos, y cada vez son más los que lo saben, es que –como lo señalan algunos periodistas- “todos los partidos están presos de las demandas de sus respectivos militantes y electores a los que no pueden soslayar por la cercanía de las elecciones generales. La situación interna, convulsa en la mayoría de las formaciones que tienen que dar el sí al Gobierno, no ayuda sino que eleva el tono de las exigencias.”
Ahora bien, lo que no deben olvidar estas formaciones y tampoco los socialistas y el Gobierno, es que las “exigencias” prioritarias deben ser las que conciernen directamente a las víctimas de la represión que nunca recibieron reparación. Nos referimos concretamente a las personas ejecutadas y a sus familiares directos.
Sería verdaderamente vergonzoso que el PP, que no quiere para nada una Ley de “Memoria histórica” ni “suficiente” ni “insuficiente”, lo consiga ; pero sería aún más vergonzoso, una verdadera infamia, que las víctimas de la represión franquista tengan que seguir esperando la rehabilitación y la reparación que todos los demócratas les reconocen.
Ha llegado pues la hora de la verdad para las formaciones que tienen que dar el sí al Gobierno ; pero también para éste y el PSOE. Inclusive para todos los colectivos de memoria histórica, de ex presos, etc. Todas las formaciones y todos los colectivos han presentado sus exigencias. Nosotros también. Si la Ley no nos da satisfacción seguiremos luchando por obtenerla. Esperamos que los demás lo hagan también. Pero ahora se trata de no dar pretextos para que se sacrifique una vez más a las víctimas de la represión franquista que esperan reparación y que esta Ley pretende –según sus promotores- hacer posible.
Madrid, 25 de septiembre de 2007.
Por el “Grupo pro revisión del proceso Granado-Delgado”
Octavio Alberola Antonio Martín
Fuente: Octavio Alberola | Antonio Martín