El Juzgado de lo Penal de Tortosa (Tarragona) ha dictado una sentencia que obliga a Noelia Tápias a ir a recoger a su hija Rocío, de cuatro años, a casa de sus suegros, donde reside también su ex marido, condenado por intentar agredirla y con una orden que le impide a acercarse a ella a menos de 500 metros, según ha explicado la propia afectada. La madre de la pequeña ha señalado que la decisión judicial es «injusta» porque existe una orden de alejamiento por amenazas y una condena firme de seis meses de prisión contra su ex marido. «A qué sentencia debo hacer caso», se pregunta Noelia, visiblemente indignada.
De acuerdo con la resolución judicial, la madre debe recoger a su hija en el domicilio cordobés de los abuelos paternos donde se encuentra la pequeña pasando unos días de vacaciones y donde, según Noelia, también reside su ex pareja.
«Me siento desprotegida porque no tengo ayuda. El mismo juez me envía al sitio donde sabe que está viviendo él. Yo no digo que lo saquen de su casa, sino que alguien me acompañe para que no pase nada, sólo quiero eso. Sé que me la tiene guardada… Me mandaba mensajes amenazándome cada dos por tres», afirma Noelia.
El juez dicta en la sentencia que, a pesar de tener la custodia la madre, el padre puede ver a su hija durante los periodos vacacionales anuales y que debido a la precaria situación económica del padre, debe ser la madre la encargada de recoger a la menor. El padre vive en la población cordobesa de Hornachuelos en casa de su familia.
Noelia asegura, visiblemente afectada, que tras conocer la sentencia tiene «ansiedad» por temor a represalias de su ex marido. La madre afirma que respeta la decisión judicial pero considera que piensa «suplicar al juez» que revise el caso pues la considera «injusta». «Le están dando todos los derechos, como si el maltratado fuera él y no yo», critica.
Miedo a represalias
La madre de Rocío ha buscado ayuda profesional para afrontar el hecho de tener que ir al domicilio de su ex marido. «Estoy en manos de psicólogos porque tengo que ir y no sé que va a pasar», afirma Noelia, quien recuerda que «él tenía una orden de alejamiento y se la saltó ; la última vez vino a buscarme con una pistola para quitarme de en medio», afirma.
Los padres de Noelia tienen «miedo» por su hija, aunque también por ellos mismos, pues aseguran que han sido amenazados. «La han mandado a la boca del lobo… Pedimos protección y que nos ayuden, porque no nos atrevemos a salir a la calle», señalan. La abuela de la niña pide «ayuda» a la Administración para poder soportar esta situación, insiste en que su ex yerno le dijo a su hija que «iba a pagar todo el tiempo que estuvo en la cárcel».
Fuente: EP