“En España, la vivienda es la más cara del mundo, teniendo en cuenta los sueldos de los ciudadanos. Nuestra principal amenaza es la especulación descontrolada con un bien de primera necesidad como es la vivienda. Esto está provocando muchos problemas que se traducen en dramas personales, familiares y colectivos. Queremos que esto cambie.”
“En España, la vivienda es la más cara del mundo, teniendo en cuenta los sueldos de los ciudadanos. Nuestra principal amenaza es la especulación descontrolada con un bien de primera necesidad como es la vivienda. Esto está provocando muchos problemas que se traducen en dramas personales, familiares y colectivos. Queremos que esto cambie.”
Con este sencillo y contundente párrafo se explica en la página VdeVivienda (http://www.vdevivienda.net), la razón primera y última de las espontáneas, democráticas, horizontales, intergeneracionales, necesarias, razonables y transformadoras movilizaciones que desde hace un año se están produciendo en todo el estado español para exigir que “la vivienda es un derecho, no un negocio”.
CGT asume y hace suya esta reivindicación y esta lucha, por cuanto forma parte de una lucha general por la ampliación y profundización de los derechos sociales, que deben ser reclamados, exigidos y ejercidos en igualdad por todos y todas.
Por esto CGT anima e invita a toda la ciudadanía, a las personas asalariadas, a la población inmigrante (con y sin papeles), a jóvenes y mayores, … a que acudan a las manifestaciones y concentraciones convocadas en las distintas ciudades por el derecho pleno a acceder a una vivienda digna, en condiciones económicas no subordinadas a los intereses del mercado financiero e inmobiliario.
Es necesario destapar y denunciar la especulación del suelo y del precio de las viviendas debidas a la corrupción generalizada de la clase política, de los bancos, de las grandes constructoras y promotoras, y exigir una reapropiación social, colectiva, ecológica y autogestionada del territorio. Frente a 3 millones de viviendas vacías, frente a la generalizada precariedad social y laboral, es un ejercicio necesario de saludable rebeldía el gritar al estado y al capital, que con la dignidad de las personas no se juega.
¡ LA VIVIENDAS ES UN DERECHO, NO UN NEGOCIO !
Fuente: Secretaría de Acción Social
