El cuerpo de María Dolores González Villena, asesinada en Salobrena, presentaba 174 puñaladas y un corte profundo en el cuello. El cadáver de su marido, y presunto autor de su muerte, Amancio Rufino Fernández, tenía también varias decenas de cortes y puñaladas repartidos entre las muñecas, el abdomen y el cuello.
Así se desprende de la autopsia efectuada a ambos cadáveres en el Instituto de Medicina Legal de Granada, según informan fuentes de la investigación, que subrayaron el «elevadísimo e inusual» número de puñaladas que presentan los cuerpos, especialmente el de la mujer.
El estudio forense ha determinado que la mujer, de 49 años, fue degollada con un cuchillo jamonero, tras lo cual el asesino supuestamente se sentó a horcajadas sobre su cuerpo y le asestó 174 puñaladas, para lo que usó hasta tres cuchillos de cocina.
Según fuentes de la Guardia Civil, María Dolores tenía múltiples heridas punzantes y cortantes en todo el cuerpo con señales de ensañamiento en cara, cuello, pecho, brazos, piernas, bajo vientre y espalda, y cortes en las manos con heridas de defensa, que denotan que intentó repeler la agresión.
El cuerpo de su marido, de 37 años y que sufría una depresión por la que estuvo internado varias veces en un centro hospitalario, presentaba 90 cortes y puñaladas en las muñecas, cuello, pecho y abdomen.
No había denuncias por malos tratos
Aunque la mujer nunca denunció por escrito a su marido por malos tratos, sí acudió en varias ocasiones a la Inspección de la Policía Local para notificar discusiones y problemas en el matrimonio, según dijo el alcalde de Salobreña (Granada), Jesús Avelino Menéndez.
Además, hace seis años ella acudió al Instituto Andaluz de la Mujer para asesorarse sobre los trámites de separación y, aunque al parecer llegaron a separarse durante un año, retomaron la convivencia.
Los cadáveres de ambos fueron encontrados en un gran charco de sangre, en el domicilio conyugal de la calle Fuente de Salobreña por el padre de Amancio, quien decidió forzar la puerta después de no poder localizar a la pareja en todo el día.
Con ésta son dos las mujeres víctimas de la violencia doméstica en lo que va de año en la provincia de Granada, después de la registrada el pasado 1 de enero en Algarinejo, donde Piedad Pacheco Valverde, de 39 años, fue asesinada presuntamente por su ex marido, Manuel C.C., de 43 años, que le disparó dos tiros en la espalda con una escopeta de caza.
El juez no ha autorizado aún a los familiares a recuperar los cadáveres, por lo que no recibirán sepultura en Salobreña hasta hoy, tras funerales que se celebrarán por separado.
Fuente: EFE