La Guardia Civil se lava las manos ante los brutales métodos de algunos de sus componentes
Un subsahariano que intentó cruzar, el pasado 28 de agosto, la frontera de Melilla que separa Marruecos de España, nos ofrece un testimonio aterrador : "A las dos de la madrugada un grupo fuimos a intentar cruzar la alambrada que separa Marruecos de Melilla. La Guardia Civil nos atacó utilizando, como siempre, todos los métodos más duros de tortura. La porra eléctrica, las esposas, gases lacrimógenos, balas de goma, balas reales… Estaban pegando mucho a uno de los compañeros, hasta que no se levantaba. Abrieron la puerta pequeña de la alambrada y deportaron a todo el grupo a Marruecos junto al cuerpo del compañero. El cuerpo muerto yace junto a nosotros en este bosque esperando que alguna autoridad internacional se haga eco de todo esto. La Guardia Civil puede asesinarnos con total impunidad."
La Guardia Civil se lava las manos ante los brutales métodos de algunos de sus componentes

Un subsahariano que intentó cruzar, el pasado 28 de agosto, la frontera de Melilla que separa Marruecos de España, nos ofrece un testimonio aterrador : «A las dos de la madrugada un grupo fuimos a intentar cruzar la alambrada que separa Marruecos de Melilla. La Guardia Civil nos atacó utilizando, como siempre, todos los métodos más duros de tortura. La porra eléctrica, las esposas, gases lacrimógenos, balas de goma, balas reales… Estaban pegando mucho a uno de los compañeros, hasta que no se levantaba. Abrieron la puerta pequeña de la alambrada y deportaron a todo el grupo a Marruecos junto al cuerpo del compañero. El cuerpo muerto yace junto a nosotros en este bosque esperando que alguna autoridad internacional se haga eco de todo esto. La Guardia Civil puede asesinarnos con total impunidad.»

Según un informe interno de la Guardia Civil, ellos no son culpables ni causantes de la muerte del ciudadano camerunés encontrado muerto en el perímetro fronterizo de Melilla. En el informe se refleja que “con la información disponible, no se deduce de manera alguna que la Guardia Civil haya intervenido en la muerte” y que “no puede ni siquiera confirmarse la participación del fallecido en el asalto a la valla”. Ahora resulta que lo hacen todo bien.

Bien, todo solucionado. La historia que parecen querer contar las fuentes internas de la benemérita es que algún grupo de desalmados encontró el cadáver del camerunés, o incluso lo mataron, y se les ocurrió la idea de dejarlo en la valla fronteriza para inculpar a los buenos de los guardias civiles. “No hay constancia oficial sobre la etiología de las lesiones que pudiera presentar el cadáver ni sobre la datación de las mismas, ya que la investigación legal de los hechos corresponde a las autoridades marroquíes”, según señala susodicho informe. Pues eso, lo más lógico es que un subsahariano apaleado que aparece muerto en la frontera tras un “asalto al perímetro fronterizo de Melilla por un grupo de unos 300 inmigrantes sofocado por las fuerzas de orden”, haya fallecido mientras daba un paseo por la zona debido a causas naturales o a que se había drogado.

En esto de poner las drogas como excusa ya tienen experiencia, o si no que se lo digan al pueblo de Roquetas de Mar. Según el último informe sobre el caso del agricultor fallecido en el cuartel de la localidad almeriense, “el agricultor falleció por drogas y estrés y ninguno de los golpes que recibió la víctima causaron directamente la muerte”.

Y digo yo : ¿las fuertes contusiones en todo el cuerpo, sobre todo en la cabeza y las costillas, pueden ser causantes de ese estrés ? ¿Es tan estresante la vida de un agricultor como para causar la muerte ?. Es cierto que se ha encontrado cocaína en el cuerpo de Juan Martínez Galdeano, pero ¿justifica esto una paliza ? ¿Era necesario el uso de armas y métodos ilegales ?. También es cierto que los subsaharianos estaban intentando pasar a España de manera ilegal pero ¿es óbice esto para matar a alguien ?, ¿es legal deportar de esa manera a un inmigrante sin pasar por comisaría ?. La respuesta a todas estas preguntas es no. Un NO rotundo. Un no que descalifica y desautoriza a las fuerzas del orden en el uso de armas ilegales y métodos que rayan la brutalidad.

En todos los grupos sociales hay gente buena y mala. Pertenecer a la Guardia Civil no es signo de ser bueno o justo. Al igual que un ciudadano no puede tomarse la justicia por su mano, ellos tampoco deberían poder hacerlo, aunque, como está demostrado, lo hacen a menudo.


Fuente: Fran Álvarez. Rojo y Negro