Lamentablemente, los ciudadanos de Cataluña sufren, cada día más, el crecimiento de la inseguridad en las calles, y aterrados se preguntan dónde radica realmente el problema.

Lamentablemente, los ciudadanos de Cataluña sufren, cada día más, el crecimiento de la inseguridad en las calles, y aterrados se preguntan dónde radica realmente el problema.

Lamentablemente, los ciudadanos de Cataluña sufren, cada día más, el crecimiento de la inseguridad en las calles, y aterrados se preguntan dónde radica realmente el problema.

Parece ser que esta alarmante situación ha sido propiciada por el descenso de la calidad de vida. Los trabajadores, como si aún nos encontráramos en los inicios de la revolución industrial, han sido explotados hasta la saciedad con precios imposibles, sueldos miserables y condiciones laborales deplorables. La capacidad adquisitiva ha desaparecido para muchos y la mayoría de los trabajadores sobreviven sometidos a la esclavitud de una vida hipotecada.
Tal vez si atajásemos por este camino a la hora de buscar soluciones, intentando mejorar la sociedad, equiparando la diferencia entre sueldos y precios, creando una economía más accesible para todos y una menor diferenciación entre clases, conseguiríamos erradicar el problema. A estas alturas resulta fácil darse cuenta de que la muerte del perro no anula la rabia.

Sin embargo, la consellera Tura, con su habitual contundencia de comisario político, ha creído más oportuno incorporar una cantidad ingente de mossos d’escuadra, los agentes de la absurda autoridad.

Quizás sea mejor, como sugiere la consellera, registrar las mochilas de nuestros hijos cuando acuden al colegio, registrarles incluso los bolsillos, cachearles antes de salir de casa… mas yo me inclino a pensar que, mientras la sociedad siga generando miseria, explotación y descontento, mientras que los ciudadanos continúen desesperanzados y pobres, siempre habrá alguien que se muestre fuerte detrás de un arma, sea para conseguir aquello que no logra obtener trabajando o para acabar malinterpretando al enemigo.

¿Qué podemos esperar de una señora que pretendió acallar el derecho a gritar de un afectado por la ineptitud del Govern en el caso Carmel como quien oprime el llanto de quien sufre ? ¿Qué podemos esperar de alguien que no comprende que cuando el mundo no funciona, poco más nos queda que gritar, compadecernos, luchar o aceptar nuestra derrota ?

David Peña Pérez. Escritor


Par : DAVID PEÑA PÉREZ



Fuente: David Peña Pérez