La empresa concesionaria del servicio de limpieza del hospital Ramón y Cajal ha iniciado un estudio epidemiológico para determinar el origen de las irritaciones de garganta, ojos y piel que un centenar de trabajadoras dice sufrir desde hace un año. El comité de empresa, donde tiene mayoría el sindicato CGT, culpa de los trastornos a "la toxicidad de los productos de limpieza" (tres de los cuales han sido retirados por la empresa) y afirma que nueve empleadas han sido dadas de baja, número que la compañía reduce a cinco. El Ministerio de Trabajo realiza su propia investigación.
Los trabajadores afirman que la empresa de limpieza utiliza detergentes tóxicos
La empresa concesionaria del servicio de limpieza del hospital Ramón y Cajal ha iniciado un estudio epidemiológico para determinar el origen de las irritaciones de garganta, ojos y piel que un centenar de trabajadoras dice sufrir desde hace un año. El comité de empresa, donde tiene mayoría el sindicato CGT, culpa de los trastornos a «la toxicidad de los productos de limpieza» (tres de los cuales han sido retirados por la empresa) y afirma que nueve empleadas han sido dadas de baja, número que la compañía reduce a cinco. El Ministerio de Trabajo realiza su propia investigación.
El Servicio de Inspección del Ministerio de Trabajo, a instancias del comité de empresa del hospital, también ha decidido estudiar el caso y ha solicitado la documentación sobre los productos de limpieza utilizados y los informes médicos de las trabajadoras afectadas, según confirmaron fuentes de la empresa.
El comité de empresa empezó a denunciar las dolencias que sufrían las limpiadoras hace aproximadamente un año. Un informe realizado por el propio comité concluye que 124 de las 370 empleadas de limpieza de la empresa Klüh Linaer han sufrido en los últimos meses uno o más de los siguientes trastornos : dolores de cabeza, 58 ; problemas cutáneos, 44 ; irritación de ojos, 44 ; de garganta, 83 ; hemorragias nasales, 11, y problemas respiratorios, 28.
El comité de empresa señala que nueve empleadas han sido dadas de baja en los últimos meses y que dos están pendientes de un tribunal médico para evaluar si les es concedida la invalidez por sufrir alergias a los componentes de los productos de limpieza.
Incidentes
La empresa Grupo 17, contratada por Klüh Linaer para la prevención de riesgos laborales, reduce esa cifra de bajas a cinco, según los expedientes médicos de Alergología aportados por la mutua de trabajo Fremap.
Grupo 17 ha hecho en las últimas semanas un seguimiento de las denuncias de los trabajadores. En un informe fechado el pasado lunes, la empresa señala cuatro «posibles causas de los incidentes después de la investigación». Éstas son «posibles alergias a alguno de los productos utilizados», «alguna mezcla realizada con otro producto, en concreto lejía», «posible mal uso de los productos» y «mala ventilación del almacén» donde son guardados los detergentes.
El informe también propone una serie de actuaciones para «corregir o evitar los incidentes». Estas medidas incluyen, además de la realización del estudio epidemiológico en marcha, la retirada de los tres productos utilizados para lavar las mopas usadas por las trabajadoras y su sustitución por otro de composición más suave.
Otras medidas propuestas por Grupo 17 son «definir procedimientos seguros de trabajo y una normativa de seguridad para la utilización de los productos», el «control de dosificación» de los detergentes y «mejorar la ventilación del almacén» donde son guardados.
La gerente de Klüh Linaer, Josefa Jiménez, afirmó ayer que la compañía «ha velado en todo momento por la seguridad y salud de las empleadas», y pone como prueba de ello las medidas propuestas y adoptadas tras el informe elaborado por Grupo 17. Asimismo, Jiménez considera que parte de los problemas surgidos en el Ramón y Cajal se enmarca dentro de un conflicto laboral con los trabajadores.
La empresa sostiene que los productos que utiliza «son los más adecuados para la desinfección de todos los espacios según las indicaciones de cada hospital». «Nosotros no podemos dejar de utilizar algunos desinfectantes en zonas de alto riesgo, como un quirófano, por lo que proponemos el traslado de la trabajadora que tenga una sensibilización especial al producto a zonas de bajo riesgo donde sean utilizados detergentes neutros que no causen alergias», declaró Jiménez.
La gerencia del hospital Ramón y Cajal, por su parte, subrayó que «el conflicto» que mantiene la empresa de limpieza con sus trabajadores no ha afectado a la actividad normal de aseo de las dependencias del centro sanitario.
Las alergias han sido incluidas por la gerencia en el orden del día de la reunión del Comité de Seguridad y Salud del hospital, que se celebrará el próximo martes. «Es un problema que afecta al personal de limpieza, pero hemos querido tratarlo en la próxima reunión para tranquilizar a los 5.000 trabajadores del hospital», afirmó un portavoz del centro.
ORIOL GÜELL – Madrid
EL PAÍS – 13-05-2005