El personal de contratas de la refinería Gibraltar de Cepsa paró ayer por segunda vez en apoyo al ex trabajador de Moncobra Juan Antonio Villena. El paro, que afectó a unos 700 trabajadores, se produjo entre las seis de la mañana y las cuatro de la tarde.

Existen discrepancias respecto a la organización de este paro. La Federación de Empresarios del Campo de Gibraltar, así como los sindicatos UGT y CCOO, acusan a la CGT de ser responsable de la huelga, no convocada legalmente. Por su parte, el sindicato aludido y el propio ex trabajador de la contrata sostienen lo contrario.

El personal de contratas de la refinería Gibraltar de Cepsa paró ayer por segunda vez en apoyo al ex trabajador de Moncobra Juan Antonio Villena. El paro, que afectó a unos 700 trabajadores, se produjo entre las seis de la mañana y las cuatro de la tarde.

Existen discrepancias respecto a la organización de este paro. La Federación de Empresarios del Campo de Gibraltar, así como los sindicatos UGT y CCOO, acusan a la CGT de ser responsable de la huelga, no convocada legalmente. Por su parte, el sindicato aludido y el propio ex trabajador de la contrata sostienen lo contrario.

Juan Antonio Villena manifestó ayer a este diario que la huelga ha surgido de manera espontánea desde los propios trabajadores de contratas en apoyo por su despido, que fue calificado como procedente por el Juzgado de lo Social.

Idéntica defensa esgrime CGT. Su secretario comarcal, Servando Laína, negó tajantemente que su central sindical haya alentado la huelga. «Desde CGT desmiento las acusaciones ya que en ningún momento el sindicato CGT ha convocado la huelga», manifestó Laína. Según el sindicalista, los paros comenzaron en la jornada del martes con una duración de dos horas. «Hoy los trabajadores han considerado que dos horas no son suficientes y han hecho efectiva las medidas de presión durante más tiempo a propuesta de los propios trabajadores», alegó el dirigente comarcal del Metal de CGT. Laína asegura que la convocatoria surge por un mensaje sin firma sindical. «Ha sido la asamblea de trabajadores quienes han decidido parar de forma voluntaria. Así que si la Federación de Empresarios pretende denunciar a la CGT, que lo haga, pero que no retire luego la denuncia porque no somos culpables», defendió el responsable de la CGT.

Una postura diametralmente opuesta es la que mantiene UGT y CCOO, además de la propia Federación de Empresarios de la comarca (FECG).

La federación mantuvo ayer por la tarde una reunión de urgencia con la empresa Cepsa y las contratas para analizar la situación. La FECG considera en una nota que los paros, que califican como ilegales, lleva a los trabajadores a una situación de inseguridad jurídica y dicen que CGT es la responsable. «Que a estas alturas CGT pretenda pasar su responsabilidad a los trabajadores no tiene nombre. Esto debe tener una lectura entre los trabajadores, y es que CGT no está segura de los pasos que está emprendiendo, por lo que echa balones fuera», manifestó Fernando Gil, presidente de la federación, quien anunció emprenderá acciones legales contra CGT por esta huelga.

En este sentido, Gil conminó a los empleados de contratas a no secundar más paros ya que, en su opinión, al no estar legalizados pueden repercutir en sanciones y aconsejó a los trabajadores a que se asesoren de las posibles consecuencias. «Alguien ha tenido que emitir el llamamiento a la huelga, por lo que pido a la CGT que rechace públicamente este tipo de movilizaciones y que rectifique. Igualmente me gustaría que se permitiese a los empleados ejercer su derecho al trabajo, que está siendo coartado por este sindicato», pidió el presidente, quien añadió que la sentencia de Villena consideró su situación como la finalización de un contrato, no como un despido procedente.

Finalmente, CCOO y UGT se manifestaron en otra nota en contra de los paros en refinería y pidieron a sus afiliados que no los secunden. Igualmente acusan a CGT de ser responsable de los mismos y sostienen la versión de que la situación de Villena fue sentenciada como una finalización laboral. «No podemos defender todas las finalizaciones de contratos que sean legales porque estaríamos todos los días a las puertas de las factorías», dice la nota, quien pide confianza únicamente hacia sus procedimientos legales.


EuropaSur