Los socialistas se han jactado de "su triunfo", están satisfechos del trabajo bien hecho, han logrado con una campaña manipuladora, que han recordado los tiempos de Aznar, "no hace falta que sepas el texto, confía en nosotros" decía Borrell en televisión sin sonrojarse, sacar adelante la patata caliente que le han puesto en las manos. Los socialistas han demostrado una vez más que son los grandes vasallos y gestores del capitalismo.
A los fachas del PP no les fata razones para estar contentos, el PSOE le ha puesto en bandeja de plata una "Constitución" derechista, que como ellos afirman, lleva la impronta del PP en un 90%.
En CC.OO y UGT se frontan las manos ante las suculentas subvenciones que se avecinan como recompensa a su sumisión.
Unos 10 millones se imponen sobre más de 35 millones de personas con derecho a voto, nuevamente la «Ley del número» de Ricardo Mella muestra su eficacia.
Los socialistas se han jactado de «su triunfo», están satisfechos del trabajo bien hecho, han logrado con una campaña manipuladora, que han recordado los tiempos de Aznar, «no hace falta que sepas el texto, confía en nosotros» decía Borrell en televisión sin sonrojarse, sacar adelante la patata caliente que le han puesto en las manos. Los socialistas han demostrado una vez más que son los grandes vasallos y gestores del capitalismo.
A los fachas del PP no les fata razones para estar contentos, el PSOE le ha puesto en bandeja de plata una «Constitución» derechista, que como ellos afirman, lleva la impronta del PP en un 90%.
En CC.OO y UGT se frontan las manos ante las suculentas subvenciones que se avecinan como recompensa a su sumisión.
Desde IU, Llamazares en su mundo «Dos millones y medio de personas han votado progresista, han votado izquierdas contra viento y marea, porque esta ha sido una campaña en la que se ha manipulado», ha afirmado. Por ello, «quiero felicitar a los militantes de izquierda por este éxito».
Y mientras tanto, a nosotros los trabajadores y trabajadoras, los grandes perdedores somos los que vamos a padecer las consecuencias de esta «Constitución», nos sigue quedando intacta nuestra dignidad, pero no es menos cierto que nos hará falta grandes dosis de fuerza ante las negras tormentas que se nos avecinan.
Carlos Peña
Rojo y Negro Digital