Miembros del Cuerpo Nacional de Policía han detenido al ex compañero sentimental de Rosa M.G., de 25 años, que desapareció el pasado viernes y cuyo cadáver fue hallado la pasada madrugada en Córdoba. El presunto homicida, también de 25 años, confesó el crimen y condujo a los agentes al lugar donde se encontraba el cadáver de la víctima, a quien no podía a acercarse por orden judicial desde hacía tres meses.
El subdelegado del Gobierno en Córdoba, Jesús María Ruiz, ha declarado que el presunto agresor, Francisco José N.A., es una persona «conflictiva», «desestructurada socialmente», y ha detallado que, además del mandato judicial que le impedía acercarse a su ex novia, también pesaba sobre él otra orden de alejamiento de sus padres, quienes, según han informado fuentes policiales, alertaron a la policía de que su hijo podría estar implicado en la desaparición de Rosa M.G.
Ruiz ha relatado que la joven fallecida, madre de un niño, había convivido durante 22 meses con el presunto homicida y que actualmente «había rehecho su vida» y vivía con una compañera.
Muerte a golpes
La desaparición de la joven fue denunciada el pasado viernes por sus familiares, y el domingo fue detenido su ex compañero sentimental y un amigo de éste como presunto encubridor. Ayer por la noche, Francisco José N.A., que ya ha sido puesto a disposición judicial, confesó los hechos y guió a la policía al lugar donde dejó el cadáver, un descampado de «difícil acceso» entre la fábrica de cemento Asland y la barriada de Fátima. El cuerpo sin vida de Rosa M.G. estaba semienterrado y tenía evidentes signos de violencia. La autopsia determinará ahora las causas exactas de la muerte, aunque los investigadores creen, según las primeras hipótesis, que podría haberse producido por los fuertes golpes recibidos.
El subdelegado del Gobierno ha agregado que no consta que el detenido tuviera antecedentes policiales ni que hubiera quebrantado hasta el momento de los hechos la orden de alejamiento.
La directora del Instituto de la Mujer, María Paz Gutiérrez, ha explicado que la joven acudió a este organismo en 2002 para solicitar asesoramiento porque se encontraba en trámite de separación, aunque en ningún momento comentó que había sido maltratada. Los técnicos del Instituto citaron a Rosa para ofrecerle asistencia jurídica y personal, pero la joven no acudió a la cita, por lo que desde el Instituto no se volvió a saber nada de su situación.