PORTO ALEGRE (BRASIL).- Unos 110.000 activistas del movimiento contra la globalización han exigido al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, que «deje al mundo en paz de una vez», en la tradicional marcha inaugural del Foro Social Mundial, escenario para promover «otro mundo posible» y protestar contra casi todo desde un movimiento que aún no tiene las ideas demasiado claras.
La apertura de la ’cumbre’ de este movimiento de rebeldes y contestatarios contó con la participación de organizaciones de los cinco continentes, pero, como ha sido habitual en los últimos años, la mayoría de las consignas fueron dirigidas contra Bush, a quien consideran «enemigo número uno de la paz mundial».
En la enorme Torre de Babel que representa la marcha destacó la presencia de los anfitriones brasileños y de los ’piqueteros’ argentinos, que exigían la «libertad de todos los presos políticos» que hay en su país.
Numerosos uruguayos desfilaron también con carteles para afirmar que «Con Tabaré otro mundo es posible», en referencia a Tabaré Vázquez, nuevo presidente del país, que comenzará a gobernar el 1 de marzo próximo.
Decepcionados con Lula
Esa misma ilusión tenían hace dos años los brasileños con su actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, entonces recién estrenado en el poder. Este miércoles, por el contrario, miles de militantes de la izquierda radical abuchearon a una columna de su formación, el Partido de los Trabajadores (PT), y casi llegaron a las manos.
Los militantes del PT, con camisetas que decían «100% Lula», marcharon por momentos mientras una multitud gritaba «Lula, que traición, resulta que ahora Bush es tu patrón» y «Lula decide ya, Foro Económico o Foro Social».
’Lula’, que hoy participará del lanzamiento de una campaña contra el hambre en el Foro Social, viajará luego desde Porto Alegre hacia Davos (Suiza), para asistir al Foro Económico Mundial, que reúne a jefes de Estado, empresarios y banqueros en una cita considerada la antítesis del movimiento contra la globalización.
Fiesta antes de los debates
La marcha fue encabezada por la organización pacifista «Bandera de la Paz», por indios amazónicos y nutridos grupos de homosexuales, seguidos por miles de militantes de Vía Campesina, una especie de ’internacional’ de los sin tierra.
Atrás venían alrededor de cien ’dalits’, los descastados de La India, que fueron especialmente invitados a participar en la cita de Porto Alegre después de haber protagonizado el año pasado el Foro Social Mundial en Bombay.
La marcha concluyó con una gran fiesta al aire libre en el «Anfiteatro Puesta del Sol», donde decenas de miles de activistas se quedaron hasta más allá de la medianoche para escucha una serie conciertos que acabaron con el hispano-francés Manu Chao.
A partir de hoy, el Foro Social se enfrascará en debates sobre la realidad mundial.
Par : EFE