La concentración convocada este jueves en Elche por el Movimiento por la Unidad del Pueblo (MUP) en defensa del sector del calzado concluyó en torno a las 22.00 horas después de congregar a mil personas, según la Policía Local y la organización, sin que se registraran incidentes.
Al final de este acto de protesta los participantes, en su mayoría jóvenes y trabajadores, celebraron una asamblea espontánea para elegir a unos delegados que esperan ser recibidos por la Administración para exigir que adopte medidas contra los problemas que atraviesa la industria zapatera.
Los manifestantes desplegaron en la plaza del Ayuntamiento ilicitano una gran pancarta en la que podía leerse «Elche se muere», así como una segunda en valenciano con el lema «Por el zapato y los derechos sociales».
Bajo un fuerte dispositivo policial, compuesto por unos ochenta agentes de la Policía Local y el Cuerpo Nacional de Policía, entre ellos antidisturbios
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de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de Valencia, los manifestantes fueron llegando al lugar de la convocatoria a partir de las 20.00 horas.
Varias decenas de trabajadores salieron desde el polígono industrial de Carrús y acudieron caminando al Consistorio, situado en el centro de Elche.
Durante la concentración, los manifestantes corearon gritos como «Escucha Zapatero, el calzado es lo primero», «Elche se muere» o «Somos currantes, no maleantes», que acompañaron con palmas, cánticos y piezas musicales del compositor Paco Ibáñez.
Dos portavoces del MUP, Sergi Sanchiz y Manuel Albentosa, leyeron un comunicado a través de un megáfono en el que lamentaron la «imagen pública que transmitió de Elche a toda España una panda de energúmenos» el pasado día 16, cuando se produjeron disturbios en el citado polígono.
En aquella ocasión, varios centenares de personas lanzaron piedras contra almacenes propiedad de ciudadanos asiáticos, saquearon un camión y quemaron dos naves industriales mientras coreaban consignas de carácter racista.
«Anteriormente, una panda de energúmenos nos habían dejado por violentos y racistas, pero hemos demostrado que no lo somos y esto es un ejemplo de lo que se debe hacer», señalaron los miembros del MUP.
En esta línea, entre los asistentes a la protesta se repartieron unos panfletos en los que se pide «aislar a los fascistas que intentan manipular» las protestas «con proclamas racistas y ataques a ciudadanos extranjeros».
Sanchiz, en una intervención previa, sostuvo que los problemas que afectan a la industria zapatera ilicitana estriban no sólo en la competencia de las empresas chinas, sino que también son responsabilidad de algunos empresarios locales que «demuestran con su actitud que no les preocupan los intereses de Elche».
Este portavoz del MUP aludió así a los procesos de deslocalización que se están registrando en los últimos años, a través de los cuales muchos empresarios han trasladado al exterior parte de las cadenas productivas.
Tanto Sanchiz como Albentosa criticaron que la Subdelegación del Gobierno en Alicante no otorgara autorización para celebrar una manifestación e hicieron lo propio con los partidos políticos presentes en el Ayuntamiento (PSOE, EU y PP) y los sindicatos CCOO y UGT por no sumarse a la protesta.
Sin embargo, leyeron declaraciones y comunicados de apoyo a la concentración procedentes de la unión sindical de CCOO en Madrid, la ejecutiva confederal de enseñanza de este mismo sindicato, del SP de CGT del País Valenciá, los trabajadores de la sección sindical de esta misma organización en la Universidad de Alicante y diversos colectivos sociales del Puerto de Sagunto.
Los delegados elegidos se reunirán el próximo lunes en el Ateneo Popular de Elche para diseñar las próximas acciones en defensa del sector del calzado, mientras que el miércoles se celebrará una asamblea general en el Centro Polivalente de Carrús.
Panorama-Actual.es