MADRID.- La ONG Intermón Oxfam ha denunciado a la multinacional de ropa deportiva Puma por emplear a niños de países desfavorecidos en condiciones de esclavitud para la confección de sus prendas, lo que pone en riesgo los acuerdos que empresas del sector como Nike y Adidas han suscrito para mejorar la situación laboral de los menores.

MADRID.- La ONG Intermón Oxfam ha denunciado a la multinacional de ropa deportiva Puma por emplear a niños de países desfavorecidos en condiciones de esclavitud para la confección de sus prendas, lo que pone en riesgo los acuerdos que empresas del sector como Nike y Adidas han suscrito para mejorar la situación laboral de los menores.

El uso de mano de obra infantil no es nada nuevo en este sector, al igual que en otros muchos, pero aunque las tres empresas siguen recurriendo a ella para ser competitivas reduciendo costes laborales, Nike y Adidas, tras años de denuncias, asumieron exigencias mínimas de derechos de esos niños, como tener una jornada máxima no abusiva o que reciban una educación. Sin embargo, Puma siempre ha rechazado estas demandas e incluso ha favorecido situaciones peores, según ha asegurado José Manuel Alamo, uno de los coordinadores de la organización.

La actitud de Puma, que incluso ha emprendido proyectos de nueva deslocalización de fábricas buscando países donde los costes laborales sean todavía más baratos por estar permitida una mayor explotación «en condiciones muy duras es peligrosa para otros muchos miles de niños del mundo», ya que sus competidores pueden imitarles si sus precios acaban por resultar caros, ha explicado.

La ONG apela a la responsabilidad de los consumidores para que, si compran productos de las marcas citadas, exijan garantías de que han sido fabricados respetando aunque sea un mínimo los derechos de quienes los elaboran y facilitándoles perspectivas de futuro.

Ha precisado, no obstante, que Intermón Oxfam no invita a los consumidores occidentales, principales destinatarios de esos productos, a boicotear a empresa alguna, si bien considera lógico que algunos ciudadanos decidan, como conclusión personal, que hacerlo es la mejor manera de terminar con estas prácticas.

Llamar al boicot y buscar la quiebra de una u otra empresa no es, según la ONG, una solución al problema, ya que es preferible intentar conseguir cambios de actitud a través de la denuncia pública y del envío de mensajes de censura a las propias compañías.

Esta denuncia se engloba dentro de la campaña, puesta en marcha hace meses por varias ONG, ‘Juega limpio en las Olimpiadas’ destinada a «denunciar internacionalmente la explotación de millones de mujeres que trabajan en condiciones inhumanas fabricando ropa deportiva de marcas que luego se venden en el primer mundo».

Jornadas laborales de dieciséis horas diarias por sueldos de 20 céntimos de euro la hora, abusos varios y prohibición de sindicarse son algunas de las realidades que deben soportar esas trabajadoras, según ha confirmado Intermón este año a través de una encuesta que elaboró hablando con centenares de ellas en fábricas situadas en Bulgaria, Camboya, China, Indonesia, Tailandia y Turquía.


Par : EFE