Con motivo del Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de Torturas, que se celebra hoy, Amnistía Internacional ha denunciado que «en más una centena de países» se producen torturas, «en unas ocasiones aisladamente y en otras de forma sistemática». Así lo asegura la responsable adjunta del departamento de campañas de investigación de esta ONG, Eva Suárez-Llanos.
«Lamentablemente la tortura es una lacra para toda la humanidad», dice. En los dos últimos años, asegura, «en este contexto de guerra contra el terrorismo internacional, son más los países en los que Amnistía Internacional ha detectado esta práctica». Por ello, insiste en que «las torturas nunca deben ser consentidas, condonadas ni justificadas».
Para Suárez-Llanos las terribles imágenes de la cárcel iraquí de Abu Ghraib en las que se veía a soldados estadounidenses maltratando a los presos no es un hecho aislado : «También están sucediendo en otros centros de detención estadounidenses como Guantánamo o en Afganistán», rubrica. En este sentido, afirma que aunque las autoridades hayan mostrado sorpresa, Amnistía lleva tiempo denunciando estas prácticas que se dan en ese tipo de centros a raíz del 11-S.
El limbo de Guantánamo
«En Guantánamo donde hay un auténtico limbo jurídico, ya que cientos de personas están detenidas sin haber sido acusadas de nada, no tienen derecho a un abogado ni tampoco contacto con sus familiares, creando así una espacio libre de derechos humanos», explica.
Pero también hay espacio para la esperanza. En los últimos tiempos se han producido algunos avances, recuerda, «como es la creación de un protocolo opcional al Convenio contra la Tortura que puede ser de gran utilidad para erradicar esta práctica si es ratificado por un gran número de países». Así pidió a todos los países que no lo han ratificado, entre ellos España, que lo hagan «porque va a significar más protección para las víctimas».
Para denunciar estos hechos, la sección española de AI ha reunido esta mañana a decenas de personas frente a la Embajada de Estados Unidos en Madrid para exigir a este país que cesen las torturas y los malos tratos a los prisioneros en Irak, en Guantánamo y en Afganistán. Frente a la legación diplomática, los manifestantes han exhibido carteles a favor de la entrada en Irak de observadores de los derechos humanos y contra la impunidad legal de EE UU, y grandes fotografías en las que se apreciaban a detenidos iraquíes y afganos en precarias condiciones.