IGUALADA (BARCELONA).- Un sacerdote que durante este curso ha impartido clases de religión en el colegio Gabriel Castellá de Igualada ha sido apartado de su puesto de trabajo por la Generalitat. El motivo, la denuncia presentada por varios padres por presuntos abusos sexuales a niñas del centro.
Cuando comenzó el proceso judicial contra el cura, el colegio informó a la delegación territorial de Educación de la Generalitat en la comarca de Anoia que el mismo día le incoó un expediente disciplinario con separación de servicios para que no pueda ejercer la docencia hasta que el juez dicte sentencia, según publica el rotativo ’Diari d’Igualada’.
El cura acusado continúa ejerciendo sus funciones religiosas en una parroquia de la comarca de Anoia y su abogado ha afirmado : «Mi cliente niega totalmente los hechos y se someterá al proceso judicial que toque».
El vicario general de la Diócesis de Vic, Félix Guardia, ha señalado que el Obispado, en estos momentos, tiene dos versiones contradictorias sobre los hechos, la del implicado y la de los padres y madres de las niñas y, «en virtud de la presunción de inocencia, entendemos que debe esperarse a que el juez tome una decisión y si se prueban los abusos nos atendremos a las consecuencias».
De todas maneras, el vicario general de la diócesis de Vich no descarta cambiarlo de destino este verano.
Par : EFE