Se ha informado recientemente que el anterior Director de RR.HH, i Qualitat, señor Juan Murcia, fue “despedido”, en un acto pactado, en el año 2003 con una indemnización de 31.000.000,— de pesetas (186.000 €), pero como hay muchas formas y maneras de blindar un contrato, también se llevó 148.000.000 millones de pesetas (892.000 €) de un plan de pensiones existente para parte de la Empresa (TMB), al igual que muchos otros directivos que tienen unas condiciones blindadas, especiales y secretas.
Si nos fijamos bien, la Empresa “premió” al anterior Director de Recursos Humanos con una indemnización total de +/- 180.000.000,— de las antiguas pesetas (1.078.000€).
Como el anterior Consejero Delegado no fue “despedido” , sino, directamente jubilado, y suponiendo que su salario “solo” fuese un 20% superior al del Director de Recursos Humanos, seguramente estamos hablando de un complemento de pensiones de 178.000.000,— (1.061.000€), y un “premio de jubilación” de 65.000.000,— de pesetas (390.000€). Total “solo” 243.000.000,— millones de pesetas o 1.451.000€.
Nos están mal los complementos con dinero público.
Pero es que aún hay más, en el plazo de los 2 últimos años, se han producido , como mínimo, 4 jubilaciones de directores más, y como ya se sabe cual es el complemento de éstas, 148.000.000,— pesetas o 892.000€, solo hay que hacer una pequeña multiplicación.
Si a todo lo anterior, añadimos que sus sueldos son supersecretos, y que las condiciones sociales que disfrutan, y que no disponen los trabajadores de convenio, también son brutales, estos “señores” cobran más y tienen mejores condiciones sociales que los ministros, consellers, secretarios de estado, etc.
En la actualidad existen más de 300 directivos en TMB cuyos sueldos puede que sean más del 20% del total de la masa salarial de la plantilla (6.800 trabajadores).
No creemos que esto sea legal, estamos hablando de una empresa que se nutre con dinero público, pero si lo fuese, es inmoral e impropio porque, no olvidemos que esta empresa está controlada por el Ayuntamiento de Barcelona, ósea el Tripartito, y que , teóricamente, se autodenominan de izquierdas y progresistas.
Creemos que esta no puede ser la transparencia de la que tanto alardean los miembros del Tripartito, aunque podría ser que parte de ese Tripartito no conozcan esas condiciones económicas y sociales.
No vemos la diferencia entre lo que denunció el Tripartito en Ferrocarrils de la Generalitat y lo que viene ocurriendo históricamente en TMB.
Jose Angel Ciercoles
Emilio Ruiz