La mayoría de las cárceles españolas recibieron tres horas después del atentado la orden del Ministerio del Interior de tomar medidas preventivas contra los presos islamistas. La primera que recibe esta orden a las 10.30h de la mañana del 11-M es la cárcel de Topas en Salamanca donde hay más de 400 presos árabes encarcelados.
Pasadas las 12.30 el Gobierno central avisa también a la Consejería de Justicia de Cataluña para que tengan controlados a los presos islamistas. Prácticamente a esa hora Acebes aseguraba desde Moncloa que el atentado era obra de ETA.
A las 10.30h de la mañana del mismo día del atentado, el equipo del Ministerio de interior llama a la Dirección General del Centro Penitenciario de Topas para advertir de que se tomasen medidas preventivas con los presos islamistas porque la autoría del atentado parecía apuntar a terroristas islámicos.
Son medidas de protección personal, reguladas en el articulo 75 del reglamento penitenciario que intentan evitar altercados contra presos musulmanes.
CATALUÑA
En Cataluña la orden llega también a los centros catalanes.
Entre las 12 y 12 y media de la mañana. Con las informaciones que van llegando de Madrid la Consejería de Justicia catalana avisa a todos los directores de los centros penitenciarios para que estén muy pendientes de los presos árabes a fin de evitar cualquier brote racista.
En la prisión madrileña de Soto del Real, la decisión preventiva se toma a última hora de la tarde del 11-M. El director del centro llama a los jefes de servicio nocturnos para que vigilen a los presos islámicos esa noche y para que se les aísle desde primera hora de la mañana del viernes 12. En ese momento estaba encarcelado en la prisión de Soto Abu Dhadha, presunto líder de la célula de Al Qaeda en España desarticulada por Garzón en el 2001 tras el 11 de septiembre.