Los periódicos no dicen nada, la televisión calla, tampoco RENFE ha avisado a los usuarios. El 18 de mayo entra en vigor la Ley del Sector Ferroviario y cientos de páginas de documentos que la desarrollan. RENFE se parte en dos y se abre el camino a la privatización del ferrocarril.

Los periódicos no dicen nada, la televisión calla, tampoco RENFE ha avisado a los usuarios. El 18 de mayo entra en vigor la Ley del Sector Ferroviario y cientos de páginas de documentos que la desarrollan. RENFE se parte en dos y se abre el camino a la privatización del ferrocarril.

En Gran Bretaña, se puede seguir el rastro que va dejando este modelo de ferrocarril :

  •  Pérdida de la seguridad : ahí están los accidentes que llegan a los medios de comunicación, pero detrás de ellos están las estadísticas de accidentes sin víctimas mortales, roturas de carriles, señales rebasadas en rojo, conatos de accidentes, etc.

  •  Aumento de las tarifas : las más caras de Europa ; los usuarios tienen que dejarse una buena parte de su sueldo para ir al trabajo, y el gobierno británico se justifica diciendo que “las tarifas” no están subvencionadas. Sin embargo sí están subvencionados los beneficios de las empresas privadas de ferrocarriles.

  •  Aumento del gasto público : el ferrocarril británico cuesta a la sociedad más del doble que antes de su privatización, y casi tres veces más que la media europea ; los ciudadanos tienen que pagar más impuestos para subvencionar los beneficios de la empresa privada.
  •  Degradación del servicio y de la calidad : las múltiples empresas se desentienden de los enlaces y transbordos, eliminan servicios cuando lo creen oportuno, se ha dejado de renovar material, que se va deteriorando, y los viajeros se encuentran a menudo con que se ha suprimido sin aviso el trasbordo que solían realizar.

    Las Directivas europeas, que se utilizan sin escrúpulos como falsa excusa para acabar con el ferrocarril público, NO obligan a segregar ni a privatizar nada, NO obligan a repartir entre miríadas de manos el mantenimiento de los trenes y el de las infraestructuras y los sistemas de seguridad, NO obligan a arrebatar a los ciudadanos su propiedad, NO obligan a cortar ni a vender nada.

    En 1941 se creó RENFE recuperando las ruinosas concesiones a empresas privadas, incapaces de garantizar el servicio y la seguridad ; 60 años después han decidido darles una “segunda oportunidad” y volver a experimentar con los usuarios.

    Esta Ley establece el overbooking : haber pagado un billete no dará derecho a utilizar el tren. Aunque tal vez no haya tren que utilizar, y será difícil saber de quién es la responsabilidad : la empresa que ponga la máquina – puede ser alquilada a otra o comprada de segunda mano -, la que aporta los coches y vagones, la que vende los billetes, la que repara el material, y la propietaria de las estaciones pueden ser todas diferentes. Sólo la primera sería responsable, pero sus oficinas (donde estará el libro de reclamaciones) puede estar en otra provincia, o incluso en otro estado de la UE.

    Si a los ciudadanos se nos niega el derecho a la movilidad, y con él el derecho a la educación, a la sanidad e incluso al trabajo muchos dependen del tren para acceder a estos derechos), es para que alguien se beneficie de lo que nos arrebatan. Qué casualidad que el Ministro de Fomento, con todo este panorama montado, decida “dejar la política” para dedicarse a los negocios.

    Los/as ciudadanos/as tenemos la última palabra. No podemos permitir que nos quiten lo que es nuestro ni que jueguen con nuestra seguridad, y nada de esto va a suceder si decimos claramente que estamos dispuestos a pararlo.

    Desde el SFF-CGT hacemos un llamamiento a toda la sociedad para defender entre todos/as lo que es nuestro : un ferrocarril Público y Social, de todos/as para todos/as

    POR UN FERROCARRIL PÚBLICO, SOCIAL Y SEGURO
    QUE NO TE QUITEN LO QUE ES TUYO


    Par : SFF-CGT