Dos recolectores, afiliados a CGT, con contratos de fijos discontinuos, fueron llamados por la empresa junto con toda su cuadrilla para formalizar el inicio de campaña, que empezaba el día siguiente, pero frente a la sorpresa de todos sus compañeros, los dos trabajadores no pudieron iniciar la nueva campaña y fueron despedidos en el acto, por haber interpuesto una demanda reclamando los salarios de la campaña anterior conforme al convenio colectivo de la naranja, el cual SAT LA PLANA BURRIANA incumple de forma categórica, igual que incumplía el último convenio.