Artículo de Puri Eisman, Secretaria de Comunicación CGT-PV y Murcia, publicado en Información.es

Mientras transcurren los últimos días del tradicional calor veraniego y la gente intenta evadir sus cotidianos problemas en playas y lugares de descanso, mientras suceden los días placenteros para unos y unas en el sofá ergonómico de su casa, mientras nos creemos que estamos libres del mundo hostil, en otras partes del planeta la crueldad se presenta de forma descarnada.

Mientras transcurren los últimos días del tradicional calor veraniego y la gente intenta evadir sus cotidianos problemas en playas y lugares de descanso, mientras suceden los días placenteros para unos y unas en el sofá ergonómico de su casa, mientras nos creemos que estamos libres del mundo hostil, en otras partes del planeta la crueldad se presenta de forma descarnada.

Palestina nos duele y se nos revuelve el estómago y nos encoge el corazón, porque Palestina representa la lucha de David contra Goliat. La ONU, que tiene que ver mucho en esta guerra, sigue haciendo gala de su incapacidad, con timoratas resoluciones para el incumplimiento de Israel, que seguirá haciendo daño donde más duele, matando a niños y a la población civil y siempre encontrará la excusa de que en ese hospital, colegio o playa bombardeada, había armamento militar o se encontraban terroristas de Hamas y con ese argumento es como si quedaran exculpadas las muertes de niños y justificados todos sus asesinatos.

Pero además de la abandonada Palestina, está otra abandonada, Siria, que también representa de nuevo la incapacidad de la ONU, debido al veto de EEUU y Rusia. Hoy se encuentra en ruinas por una guerra que dura más de dos años. Guerra que empezó, como recordaremos, de la primavera árabe, esos jóvenes que quisieron cambiar la dictadura de Al Assad. Hoy apenas sabemos de ella porque muchos reporteros han sido asesinados o secuestrados.

Y cómo olvidar a Irak, invadida y masacrada con el falso argumento de las armas de destrucción masiva, hoy convertida en un infierno y Libia, Líbano, Ucrania? todas con el mismo común denominador de imponer una doctrina, ideológica o religiosa, da igual, la fuerza de la crueldad humana se implantará para sufrimiento de civiles y para marcar a niños de por vida.

Pero la coincidencia de tanta desolación en el planeta no se produce de forma natural como la caída de la hoja. Debemos reflexionar el porqué llevamos siglos estancados en lo que denominamos civilización, que pese a la alta tecnología y desarrollo de algunos países, que sean precisamente estos los que más guerras, muertes e invasiones producen. Países desarrollados cuya doctrina es la neoliberal, que destruye tantas vidas humanas como bombas.

Puri Eisman


Fuente: Puri Eisman