Cuando se tiene todo el tiempo del mundo, un segundo, deja de ser efímero. Cuando los minutos no se invierten en nada, no son oro. Cuando está todo planificado, pedir tiempo, es de mal gusto.

Cierto es que uno se "acostumbra" a no llegar a fin de mes, que te sobren unos días, o unos gastos más bien, pero cuando dejas de diferenciar cuando acaba uno y empieza otro, cuando final de mes es siempre, ya no es cuestión de hacer malabares, estudiar trapicheos, postergar lo superfluo en beneficio de lo básico...

… ni tan siquiera sacrificar, a favor de lo imprescindible, lo necesario… Cuando dejas de diferenciar en que día vives, porque son todos iguales, no pueden hablarte de paciencia, de espera… de esperanza.

… ni tan siquiera sacrificar, a favor de lo imprescindible, lo necesario… Cuando dejas de diferenciar en que día vives, porque son todos iguales, no pueden hablarte de paciencia, de espera… de esperanza.

No se le puede poner hora al hambre, ni calendario a la vida. No se nos puede interrumpir nuestra historia y reiniciarla a capricho de los que han erguido directores de esta película, en la que ninguno de nosotros hemos pedido actuar, y nos han hecho protagonistas. El guión lo marcan ellos, y no se deja nada al azar, los actores no podemos sugerir giros en la trama que han orquestado… Pero aquí chica no conoce chico, y sea cual sea el final, habrá ganado el malo.

Tiempo nos piden… Y todo el que ya hemos pasado?? Y cuánto más tiene que pasar?? Cada cuánto hace falta más tiempo?? Cuánto tiempo hace falta cada vez…

No lo tenemos… Aunque nos sobra, aunque nos desborda, aunque no sabemos que hacer ya con él… Nos falta tiempo porque lo que nos sobra es tiempo. Nos sobra tiempo sin trabajar porque no tenemos trabajo, nos sobra tiempo cuando se vacía la nevera y no podemos ir a comprar porque no tenemos dinero… nos sobra todo ese tiempo hasta que volvamos a cobrar, de un sueldo que no tenemos…

Ellos toman las medidas que hacen eternos nuestros días… Ellos dan soluciones a problemas que no existían… Ellos duermen tranquilos ajenos a nuestros desvelos… Ellos para vivir sus vidas… matan nuestros sueños. Pero desde confortables casas y con el estómago lleno. Pidiendo que hagamos nosotros un esfuerzo, sin renunciar a nada ellos… Esfuerzo… Esfuerzo. Esfuerzo! Esfuerzo?? Para eso necesito fuerzas… y de eso, mire usté… ya no tengo.

Mari Angeles Tormo Santiago

www.kalvellido.net


Fuente: Mari Angeles Tormo & J. Kalvellido