Sospecho que va a llegar el día en el que caminaremos llenos de pústulas y flemas, con la muerte entre harapos y ningún remedio.

Sospecho que, febriles, deberemos decidir qué hacer, si enviar a los hijos o ir nosotros primero.

Sospecho
que los viejos caerán hambrientos, callados, meados, con todo el
dolor del mundo atravesándoles los recuerdos.

Sospecho
que habrá niños con dientes podridos, con heridas supurantes, sin
píldora que los calme.

Sospecho
que los viejos caerán hambrientos, callados, meados, con todo el
dolor del mundo atravesándoles los recuerdos.

Sospecho
que habrá niños con dientes podridos, con heridas supurantes, sin
píldora que los calme.

Sospecho
que los empobrecidos deambularán con su enfermedad a cuestas y esta
mala suerte de morirse sin dinero que los sane.

Sospecho
que vivir va a ser un privilegio.

Como
ya es un privilegio trabajar o tener techo.

Sospecho
que esto será cierto si no paramos en seco.

Si
no les plantamos cara, si no reventamos de rabia.

Si
no decimos basta este crimen perfecto nos van a quitar hasta los
huesos.

Silvia
Delgado



Fuente: Silvia Delgado - J. Kalvellido